Los hombres, en nuestro afán de poseer y compararnos con los demás, ya no nos ponemos límites.
Hoy en día para un adolescente ir a Europa o a la China es tan común como para mí ir a Miami en mi época de adolescente (aunque nunca fui, muchos amigos sí).
La verdad, puedo sonar a poco ambicioso pero para mí el mejor viaje es a un bosque verde, con una buena quebrada y que se sienta el agua correr. Es ahí donde para la rutina y el espíritu reposa. Es el lugar ideal para el ensimismamiento que tanto disfruto.
hasta la próxima
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