miércoles, 6 de marzo de 2013

El Hombre hizo el carnaval

Confieso que la palabra carnaval, me intimidaba un poco desde el conocimiento y por mis convicciones (católicas y conservadoras). Lo asociaba con el desmán y el libertinaje.
En días pasados mi esposa me invitó al Carnaval de Barranquilla, invitación que me producía sentimientos encontrados por lo que describí anteriormente.

Debo ser sincero, lo disfruté, me lo gocé y todo sin ser infiel a mis convicciones.
Aprendí que toda buena fiesta tiene un sentido, en este caso, el compartir de todos sin importar la extracción  social, también un arraigo cultural que es la mejor herencia que recibirán las nuevas generaciones y a la cuál no se le puede gravar con impuestos diferentes al de la alegría.

Conclusión desde ahora me gusta el Carnaval de Barranquilla y me gusta mi esposa.






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