Somos Como Una Alcachofa
“La vida es como comer Alcachofa hay
que llegar al corazón para disfrutar de lo mejor”
Por un
momento reflexiona, si algún día te has comido una Alcachofa entera es decir deshojándola
hoja por hoja hasta llegar al corazón que es el premio final y el que más rico
sabe.
Comparándola
con la vida, cada una de estas hojitas de la Alcachofa, pueden ser nuestros
apegos, temores, rutinas, vicios, etc… que pueden distraer nuestra atención de
la esencia y de lo que verdaderamente podemos y queremos ser. El desprender
cada una de esas hojitas es un proceso dispendioso y hasta doloroso ( a veces
nos chuzamos), pero si nos detenemos a pensar, la esencia o lo comestible de
cada una de ellas es apenas un pedacito, que va creciendo a medida que vamos
llegando a una capa más profunda de hojas, es decir le vamos encontrando más
gusto y más sentido a nuestras vidas a medida que nos volvemos más ligeros de
equipaje y dejamos de depender de tantos agentes externos que nos llenan la
vida con lo que no nos hace felices en el largo plazo.
El proceso
de llegar al corazón de la Alcachofa es lento, pero si eres de paladar fino
disfrutarás el viaje al ver como cada vez más se aumenta la porción comestible
y como cada vez sabe mejor. Así somos los seres humanos, perfectibles y para
eso debemos disfrutar de nuestro viaje interior para encontrar nuestra
verdadera esencia. Es ahí cuando cobran sentido el dolor y el desapego (la
arrancada de la hojita) de las cosas que tal vez no nos hacen felices o poco
felices.
El final del
viaje es el corazón. Ahí está la esencia de la Alcachofa y en nuestro corazón
(en nuestro espíritu) está la esencia de la vida y el sentido que esta tiene
para nosotros.
Te invito a
comer Alcachofa no te vas arrepentir…….
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