domingo, 11 de septiembre de 2022

La foto en sepia

 




Fuimos felices, muy felices y no necesitábamos darnos cuenta de ello. Era lo normal vivir el día que la vida nos regalaba sin expectativas ni pretensiones. De a poco, fuimos aprendiendo el libreto que algunos escribieron para nosotros, pretendiendo ocupar el lugar de Dios sin ninguna mala intención (somos sus creación, únicos e irrepetibles). Querían nuestro bien y esto era que debíamos ser "exitosos” según unos parámetros comúnmente aceptados; ser buen estudiante, obtener un buen trabajo donde fuéramos reconocidos y ganáramos bien para sostener a nuestra familia y así seguir haciendo girar la ruedas del destino que se escribió para muchas generaciones de todas nuestras familias.


Se olvidaron de decirnos que cada vez somos más en esta tierra,  que no todos íbamos a caber o encajar en este libreto. Se nos olvidó que por naturaleza el hombre está poseído por el ego y por ende quiere tener (acaparar)cada vez más para sí mismo, pero las cosas son limitadas por lo que no alcanzan para todos.


Llego el día en que los criterios mundanos, nos separaron entre los que salieron adelante y los que no han podido o no pudieron. En medio de este viaje, muchos nos enfermamos  por estrés y  otros nos perdimos por las calles oscuras que tuvimos qué recorrer buscando su nuestro lugar y nuestro propósito. Ha sido doloroso darnos cuenta ahora, que ese libreto que nos dieron, estaba mal escrito, darnos cuenta de que todos poseemos talentos y estamos destinados a ser felices con poco o con mucho.

Ojalá no sea tarde para ninguno y que nos mueva la esperanza de que la felicidad, será eterna e inagotable cuando trascendamos de esta vida y de este papel que interpretamos en ella, a la eternidad.Es allá donde sí seremos amados como seres únicos e irrepetibles.

 

No perdamos la esperanza aún podemos ….


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